“El objetivo principal de la educación preescolar debe ser estimular la pasión del niño por el aprendizaje natural»
Es una de las premisas del método de enseñanza Montessori.
El entorno en el que se encuentra el niño debe ser seguro para que pueda disponer de sus implementos a su criterio y con la plena libertad brindando también a los padres la confianza y tranquilidad de estar libre de todo riesgo; caídas, golpes, heridas o accidentes. Libertad, actividad e independencia son los lineamientos principales de la teoría.
Pero revisemos sus ventajas:
Favorece la Independencia
“Toda ayuda inútil es un obstáculo al desarrollo de las fuerzas naturales”
Esta es una frase que dice mucho; y que desafortunadamente se aplica a gran parte de los padres. Se tiende a creer que educar es proteger al bebé guiarle en lo que debe y no debe hacer y le privamos de experimentar por su propia cuenta la vida, sin percatarnos que es asi como realmente se aprende. El método Montessori fomenta la autonomía, de manera que el niño puede desplegar todos sus juguetes para hacer uso libre de ellos, asi mismo al finalizar su juego debe ser guiado por el padre, madre o cuidador adulto a recoger sus pertenencias, esto también con elementos diseñados a su medida será una tarea agradable y se convertirá en parte del juego. Hasta que tome conciencia de que cada acto tiene sus consecuencias y de que es él mismo a quien corresponde recoger deberá ser acompañado y con una actitud positiva y de señalar directrices no hacerle las labores, recordemos que la idea de esta filosofía es ayudar al niño a ayudarse el mismo.
Propicia el orden
“El orden externo refuerza el orden de la mente del niño. Desde este orden establecido en la consciencia, de un modo definitivo, surge todo el cuadro de fenómenos de disciplina y de desarrollo intelectual que desde el interior se esparcen como una creación”
Por lo general se tiende a manejar pocos elementos, pero todos ellos indispensables, con lo que se incita al niño a aprender a vivir con lo necesario. Cada objeto tiene su lugar.
Se genera un espacio de tranquilidad
“Ayúdame a hacerlo por mi mismo”
El niño se siente en su mundo, un espacio realmente hecho a su medida con elementos diseñados y dispuestos para el. Donde reconocerá que su voluntad, su inteligencia, su presencia física y espiritual entran en juego y es el quien administra esas fuerzas y los materiales que le han sido dados.
Los elementos a utilizar
Paredes
Se recomienda colocar láminas y un espejo a su altura en la pared para que puedan observarlas y mirarse al espejo. Esto estimula su creatividad y su capacidad de observación.
Camas
A ras de suelo o bien a una altura a la que el niño pueda subirse y bajarse sin necesidad de un adulto.
Colores
Se recomiendan los cálidos y apacibles, para fomentar tranquilidad y armonía. Al tiempo que favorece a la calidad del sueño del niño.
Suelo
Cálido y sin obstáculos. Que le permita andar descalzo y libre.
Muebles
tienen que estar adaptados al tamaño del niño. El objetivo es que el niño tenga todo a su alcance y pueda disponer de ellas según las vaya necesitando. Lo ideal es que los muebles se puedan ir transformando a medida que el niño vaya creciendo, garantizando así su independencia y libertad.